jueves, 3 de septiembre de 2015

RELATO DE UN AMANECER (DORADO): 28 de septiembre






RELATO DE UN AMANECER (DORADO)



¡Ya está, al fin lo he comprendido! Esto es lo que pasará…

“Hoy, 28 de septiembre admiro cómo salen en tropel los buenos catalanes (los otros no, claro) como si de un nuevo Somatén resucitado se tratase; las consignas convenientemente repartidas se cumplen con exactitud, los trabucos -tanto tiempo ocultos-asoman bajo las capas, las barretinas, transmutadas en gorros frigios, tiñen de rojo “els carrers”. Viejas sotanas raídas y trabucaires ocupan de la mano los edificios públicos. Toda Catalunya se levanta como un inmenso “casteller” que, apoyado en el dulce trémolo de las tenoras, proclama al mundo entero su antiquísima prosapia…
Mientras, Artur –como el de Camelot- agita su espada al frente de la marea con la mirada perdida en el horizonte y los ojos desbordados. Desde lo más arcano de su esencia brota nuestro grito ancestral: “¡Desperta ferro!”. Entonces, extasiado, señala hacia el levante donde se asoma, dorado, un nuevo amanecer…”



Un timbre frota insistente el aire y me despierta: “¡Hosti tú, que llego tarde a la oficina!”


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