domingo, 5 de diciembre de 2010

HAY ALGO

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Hay algo que te aprieta
y me salpica,

y de ahogos me detiene.

Son tantas las bandadas emigradas,
tantos los dientes desgastados
en cada una de nuestras miradas adivinas,
tantos escombros tiernos
cubriendo los abrojos.

Y te aprendí secreta sin nada que cambiarte,
guardada para adentro, casi escondida;

esas fueron las primeras siembras
sobre tus ramos de silencio,
como surcos abiertos entre llamas,
promesa sugerida y paciente.

Así escogí querer,
                                      con tus rincones.

Ya sé que cualquier día
derramarás toda la piedra que te ocupa
de escorpiones y de ojeras,
que me caerás con besos a las manos,
con daño retrasado, puntiaguda, herido
de ambos labios fuertes.

Así acepté seguirte.

Hay algo que te cierra
                                      y nos construye

                                      y a ratos, me soportas.



...

4 comentarios:

Charcos dijo...

esos ratos todo lo borran

Laura Caro Pardo dijo...

A las duras y a las maduras, dice el refrán.
Me gustó.
Saludos.

Bletisa dijo...

"Y te aprendí secreta sin nada que cambiarte,
guardada para adentro, casi escondida;"

Que bonito Ignacio; así es cómo hay que querer.

Carmina dijo...

Qué bueno poder utilizar las palabras como tú lo haces para expresar tantos sentimientos y poder compartirlo desde este entrañable lugar. Felicidades.