domingo, 15 de enero de 2017
Un soneto con alguna verdad y otras mentiras.
ME RESIGNO A POSAR DE COMPLEMENTO
Me resigno a posar de complemento
circunstancial más que indirecto y flojo
como un adorno plácido tan cojo
sin nada que esperar visto el invento.
Con orteguiana calma y tan contento
disfruto innoble de cualquier antojo
pues que a nadie importa si este piojo
vive muerto de paz o muere hambriento.
Mas no penséis si es triste mi pasar
ignoto, retirado del mal, desanudado
de todo, pazguato y lento.
Así bullen los versos sin faltar
un día, libres, tercos, como gesto empeñado
por las coces de un jumento.
***
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