viernes, 2 de enero de 2015
Como cada nuevo año tengo la desagradable tendencia a sumirme en reflexiones infumables, os dejo este poema que refleja mi estado de ánimo... (pero no me hagáis ni caso, por favor)
LA NAUSEA
Françoise lo amó con medias
y rutina
-eran de seda-.
Igual pensó Antoine mientras la odiaba
-quizás por grises, quizás por nada-
o por estar ahí .
Entraba desde dentro vaciándose en mareo,
como una perspectiva de Carrá, sin fondo
ni rostro el maniquí.
Jean-Paul decidió que era la nausea.
Nosotros paseábamos con tedio
y Montparnasse.
***
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