domingo, 1 de marzo de 2015

En ocasiones nos prohíben hasta el más elemental de los derechos....
















DESDE MI ORILLA

El mensaje era claro, breve, conciso y letal: no insistas, decía.

Y, ¡bueh…! todos sabemos que las mujeres son contradictorias. Porque ¿cómo iba yo a dejar de visitarla y susurrar en sus cabellos, de soplar sobre su cuello, de bajar mis dedos por la línea de su vientre…? Siempre le gustó. ¿Qué hay de malo en ello?

Pero se empeña en rechazarme dejando nota tras nota sobre el musgo de mi losa.

¿Acaso sea la muerte lo que le repele?

¡Pobres fantasmas! Ya no nos dejan ni el derecho a aparecer.



***

No hay comentarios: