martes, 23 de noviembre de 2010

ELISA

.
Hoy he vuelto a correr dos labios densos
subiéndome a ninguno, huyendo rojos
como extraños amigos afligidos.

Traías la mirada con tu palabra puesta
en mi antojo asustado
de ocho nervios,
pálido deseo complaciente
promesa emplumada de excusas.

Y es que veníamos de atrás
con tanto luego en los bolsillos,
retrasados por la edad tardía,
conscientes del pecado de omisión.

Tuviste que ser tú,

tu voz sobre mi voz batalla
y remolino de abrazos ciertos
que fueron más jamás que nunca
en nuestro enredo antiguo,

tú, tan lascivamente cauta
que aún me mojan secretos
tus lamidos.



...

2 comentarios:

estrella dijo...

Hola Ignacio!!
El amor no entiende de tiempos,ni de estados,llega cuando llega y hay que agarrarlo bien fuerte si no quiere uno perderlo.

Un abrazo

Bletisa dijo...

En el amor es mejor pecar por exceso aún a riesgo de equivocarse que por omisión.
Lo que se omite no existe.
¡A recuperar el tiempo perdido!

Muy bonito el poema.

"Y es que veníamos de atrás
con tanto luego en los bolsillos"
Mu gusta.