domingo, 31 de mayo de 2015

Lucía

















Te acercas a esa edad
donde nos asaltó la vida,
donde inventamos quedarnos
mas nos echó un reloj a contratiempo.

A ti te queda todo por jugar:
un saco de poemas y un mundo
en cada espacio.
Podrás tener el mar en una mano
y en la otra el dolor de Sylvia Plath.
Verás que el tiempo cabe
en un grano de arroz y una palabra,
aprenderás a amar con tanta prisa
que alguna vez querrás decir, te quiero,
tal vez en alemán.
Después vendrán los gatos y las letras,
un sofá lleno de intentos,
un café sorbido a besos de otros labios
para hablar sobre el futuro
y mucho más.

Termino de escribir
estos versos sin sal ni aguamarina,
estos versos que son para ti, Lucía,
como aquellos otros que te cantó Serrat
algún verano.


***

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