lunes, 28 de marzo de 2011

PRIMER DÍA DE ESCUELA

Notas:
Este poema se lo quiero dedicar a Laura Caro, pues al entrar en su blog me he encontrado con otro de idéntico título. Nuestro primer día de escuela, el de todos, es nuestro primer día importante.

En segundo lugar, comentaros que este poemita forma parte de una serie a la que llamé "Pinceladas". Cada uno de ellos comparte varias características, pero sobre todo una curiosidad desde el punto de vista formal y constructivo. Os propongo, como juego, que intentéis descubrir ese "detalle" curioso en su concepción. Creo que es bastante fácil de ver, pero a lo mejor no tanto...Si en este no lo encontráis seguiré subiendo poemas de la serie hasta que alguien dé con el "misterio".
¡Venga, animaos e intentadlo!



Sueño y olor a pan tostado;
la calle arriba, el aire nuevo
de mi mano entre tu prisa.

Algarabía de mocos y pañuelos, ojos enormes
con el susto de lo inmenso.

Pintura fresca por las escaleras,
las filas de mil rayas como batas.
Rostros asombrados,
risas a mantequilla y entre los miedos,
miedo.

El cuaderno blanco de renglones blancos,
los lapiceros, un sacapuntas,
y la tabla del pupitre
fría
bajo los muslos mudos
donde aquél tierno bosque de palotes.



...

3 comentarios:

Bletisa dijo...

Bueno a mi no me llevaban al cole de la mano, iba sola porque en Madrid en ese tiempo todavía los niños podían ir solos por la calle.

Lo demás es igualitooooooooo, hasta el baby ajajajaj. Bueno te ha faltado el olor a naranjas de los niños que comían en la escuela (los de comedor decíamos)
¡Qué asco me daba ese olor!
Me ha encantado Ignacio.
Es una foto, una pintura perfecta.

CODERAS dijo...

Pero Bleti, que hablo del primer día de escuela, pero del primero del todo. Ese día que con cuatro añitos te sacan de la cama, te embuten en un baby, te repeinan, te sacan a la calle a horas desusadas para tí y, todavía adormilado, te encuentras en un sitio extraño lleno de niños tan adormilados como tú, unos llorando, otros callados, pero todos, todos, con cara de susto.
Y los olores: Solía oler a pintura pues habitualmente acababan de pintar el pasillo para empezar el curso...
Luego sí, lo de las naranjas, medipensionistas.... ya sabes, todo eso.

Y un beso (que rima)

Laura Caro Pardo dijo...

Entro ahora a ponerme al día con los blogs y me encuentro que me has dedicado un poema estupendo y que has leído el mío.
¡ Y yo sin enterarme!
Muchas gracias, Ignacio.