Se ha ido el maestro Zú. No lo conocía... y sin embargo...
Estos latidos que siento hoy son para él
No me dejéis conmigo a solas
rodeado de látigos latidos
que me pegan duro
y se escabullen
y me retan.
¿Cuál de estos ruidos fontaneros
será el que ahora se despiste
y salga fuera
contento de afilar su día por romperme?
Donde mi soledad
guardo cien venas descarriadas
y rebeldes, todas a una,
dispuestas para dar, y darme fuerte
de explosiones
en cada cavidad desconocida.
Y así con efusiones se doblan
y adjetivan mi nombre
y lo salpican de olvido como sangre
-todo alaridos-
y me quitan el aire de los dedos
y los muerden.
Necesito apartarme de este bullir
de vida relativa, interna y aprensiva,
salir hasta los medios,
y allí, silenciado y ausente,
saberme solo y lejos,
y al fin volverme mío.
...
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2 comentarios:
Era único, grande, enorme...
Descanse en paz.
Un abrazo, Ignacio.
Hola Ignacio, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net
Ayúdanos a compartir sus poemas :)
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