martes, 30 de diciembre de 2014

Otro microrrelato. En esta ocasión con aires navideños. A ver si os gusta.





















PALMERAS


Esperó hasta dormirse y soñó con otra Navidad distinta, completa, sanadora. O tal vez fuese mejor una fecha ausente, imposible, con palmeras sobre el cielo y veleros en el horizonte.
Que ya son tantos años sin descanso, tantos inviernos…

Y lo peor es la impotencia… ¿cómo tapar las ilusiones con tan pocas telas? ¿qué cuajo hay que tener para sentir aquellos llantos inconsolables de los desafortunados -o el rechazo impertinente de un niño malcriado- y no temblar con una doble ira irreverente?

Y siempre igual… sin tiempo ni razones… sólo argumentos…

Cuando Santa Claus despertó otra vez era diciembre.


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